21.2.11

El Ermitaño

El ermitaño cree que está aislado, cree poner sus propias barreras al contacto con el mundo exterior. Bien puede estar en una cueva, bien puede sentarse dentro de su casa abandonada, fingiendo que no existe para el mundo. Se dice que siendo asceta uno llega a la comprensión de si mismo, que volviéndose antimaterial llegará al camino de la iluminación.

El ermitaño moderno carece de conciencia propia, se sumerge en realidades intrínsecas, meditando acerca del vacío y de lo no material, cuando ya no conoce la espiritualidad. Es un vagabundo errante, que sólo se alimenta de la basura de la sociedad, buscando salirse de su mente y refugiarse en trastornos que le eviten pensar en el sufrimiento mundano. Gritar a los cuatro vientos, insultar al paseante, a la gente feliz. El ermitaño se ha perdido en su ensimismamiento, no ha conseguido la iluminación, pero la locura lo persigue, hasta el final de sus días. ¿Qué lo llevo a deshacerse de sus bienes materiales? de buscar un lugar sólo para vivir. Si la naturaleza se los daba todo ¿Qué fue lo que falló? para que no pudieran encontrar el camino a la verdad.

Si la locura es el refugio del ermitaño casi asceta moderno, tal vez sea la única manera de encontrar algo no tangible. Perder las facultades mentales cuando no tienes nada más que perder, cuando tal vez lo tuviste todo y el vacío te llenó las entrañas poco a poco.

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